Boston, el barrio donde vivo (no la ciudad del mismo nombre en el estado de Massachusetts en los Estados Unidos) es algo tranquilo... no creería uno que estando prácticamente en el centro de la ciudad pueda ser tan callado... Aunque lo que ayuda a su ambiente tan silencioso es que esté lleno de viejitos (también llamados ancianos, adultos mayores, cuchitos, catanos, vejetes, gente de la tercera edad o cualquier eufemismo pendejo que se les ocurra) y que estos no tengan para nada ganas de hacer una farra o de salir a la calle a gritarle a otro vecino (en realidad, prefieren llamar a la policia). Bueno, lo que quiero decir es que me gusta vivir en Boston, no me da miedo caminar a las tres de la madrugada camino a mi casa, o a las 5:25 de la mañana camino al Coonatra para ir a la Universidad (aunque pensandolo bien, si me debería dar miedo montarme a ese bus)... es un barrio tranquilo, eso sí, hay que caminar con cuidado porque no falta el amigo de lo ajeno por ahí rondando, pero en general es un barrio bueno y central. ¡Viva Boston!
Uy... en las últimas tres entradas he estado como muy entusiasmado y optimista con la vida... Espero que sea para nivelar el negativismo que había precedido a estas entradas. ¡Agur!
