Me gusta el arte callejero, de alguna manera me da una sensación de libertad que me pone a pensar y a querer de alguna manera intervenir el mundo y dejar mi huella en él de una manera que no sea meramente intelectual, un día lo volveré a hacer... dejaré otra marca mía en el mundo y la documentaré (por supuesto) para la posteridad... creo que no será con algo muy loco, solo será con algo que tenga mi sello personal y que la gente que me conozca piense en mí cuando lo vea... eso suena algo narcisista de mi parte, y creo que hay algo de eso en mí... del niño tímido e introvertido queda muy poco, tan poco que a veces me detestan por esos afanes de pretensión que tengo en ocasiones, pero no me importa en exceso, ya que ha sido un largo camino hasta llegar a ser lo que soy ahora y vivir con la tranquilidad que lo hago, alimentándome constantemente de la ironía de la vida, del odio medular que me mueve a crear y del amor por algunas cosas (y personas) que me mueve a pensar y darle más sentido a la creación. No sé si eso tuvo sentido, pero no me importa, me estoy poniendo sentimental porque este blog se va a acabar y quedan pocas entradas, mientras tanto me seguiré despidiendo. Au revoir!
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