Anteriormente confesé parte de mi lado sentimental, ahora confieso mi mayor temor: Las cucarachas... la historia comenzó así, un día hace mucho tiempo (tenía yo tal vez cuatro años), estaba como medio enfermo y me pusieron un termómetro en la boca, el cual quebré; en el momento entre el que me quitaron el termómetro quebrado y el que buscaban algo para recoger el particular metal líquido (cosa que no me diera a mí por cogerlo, recordemos que el mercurio es altamente tóxico), en ese momento, apareció una cucaracha de la nada en el lavadero, la cual me dio a mí por matarla con la mano, CRASO ERROR... pues la cosa esa blancuzca que tienen esos animalejos adentro se me quedó en la mano, de ahí les cogí asco, que se fue transformando en miedo y luego en fobia (algunos le llaman blatofobia), y bueno antes era capaz de matarlas tan siquiera con un zapato u otro calzado, ahora ni eso (prefiero pisar mierda de cristiano) y sólo soy capaz de matarlas una vez estén "patas pa'rriba" y echarles jabón lavaplatos (contiene una sustancia llamada piretrina que las mata de una). Ufff, ya me dio escozor, como cuando sueño con ellas y me levanto en una especie de salto tipo gusano en sartén (o convulsión cuasi epiléptica). En la foto, un macho (se sabe por las alas ya que las hembras no tienen) que acababa de matar con jabón lavaplatos.
1 comentario:
¡Uy! ¡gas! ¡que peye el rabo de esa cucaracha! lo que mas me da asco de esos bichos es cuando se quedan así boca arriba.
¡son inmundas!
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