Fui a una fiesta con piñata, por primera vez en muchos años (como a los doce años estuve en la última, y eso que colado)... creo que no hubiera ido si yo no hubiera sido uno de los organizadores, y no es que yo me dedique a organizar fiestas con piñatas o que tenga por ahí un hijo escondido al que le organice esas fiestecillas... no, era un favor para una buena amiga (y para el homenajeado novio, quien también es un buen amigo) y de paso una excusa para farrear, tomar pola y pasar un buen rato con los amigos. Bueno, de la reventada de la piñata me quedaron varias cosas, una de ellas fue la mini-herida que ven en la foto, creo que el dolió más a otros que a mí, la verdad estoy acostumbrado a cortarme (no por placer ni por depresión sino por vivir manipulando cuchillos y objetos cortopunzantes ya que si por no tuviera los medios, sería carnicero), a rasparme, a aporrearme, hacerme moretones, torcerme articulaciones y en otros tiempos, el feo vivio de fracturame extremidades... bueno, fue un buen momento, y esperen la segunda parte, jejeje...
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